La primera entrada en mi blog se debe al trabajo de Historia que vamos a hacer a lo largo del cuatrimestre, el tema trata, tal como se muestra en la entrada, de dos grandes arquitectos españoles Alejandro de la Sota y Miguel Fisac.
Para empezar vamos a hablar sobre Alejandro de la Sota, fue hijo de un ingeniero militar y topógrafo de origen santanderino, Alejandro de la Sota Martínez nace en Pontevedra el 20 de octubre de 1913 «en una casa de piedra», y educa sus dotes artísticas en el entorno propicio de una familia acomodada y culta, comenzando entonces el dibujo de caricaturas a la manera de Castelao . Después de cursar los dos años preceptivos de Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela, el joven Sota se traslada a Madrid para estudiar arquitectura, una dedicación que interrumpe el estallido de la Guerra Civil en el verano de 1936. Al terminar el conflicto reanuda sus estudios en la escuela madrileña, titulándose en 1941. | |
Entre 1941 y 1947 trabaja para el Instituto
Nacional de Colonización, un organismo creado en la posguerra para planificar
los asentamientos rurales en las zonas de nuevos regadíos.
En 1952 se casa con Sara Rius, una joven muy hermosa que le dará siete hijos, y entre ese año y 1956 interviene en varios concursos para edificios públicos cuyas demandas funcionales y simbólicas inclinan su arquitectura hacia la abstracción. Esta etapa de preocupaciones plásticas culmina con el proyecto del Gobierno Civil de Tarragona. Hace un viaje a Berlín que le pone en contacto con la última arquitectura europea e ingresa en la Escuela de Arquitectura como profesor, estos tres acontecimientos de 1956 que, en resonancia con el fracaso económico en el país del modelo autárquico, abre un proceso de reflexión crítica que aparta a Sota del esteticismo formalista. Al final de la década, la sequía profesional le mueve a opositar a la Dirección General de Correos, donde obtiene plaza de funcionario en 1960. | |
El desarrollo económico de los sesenta impulsa
la carrera de Sota: se inician las obras largamente pospuestas de Tarragona,
y en Madrid comienza la construcción de la central lechera Clesa y del
gimnasio Maravillas (una de sus grandes obras), dos realizaciones de factura fabril que le permiten
extender el diálogo con la ingeniería que había iniciado pocos años antes en
los talleres aeronáuticos de Barajas.
Sota pide en 1964 la
excedencia en Correos, dispuesto a dedicarse plenamente a su propio despacho.
En aquel clima de optimismo social y tecnológico, inicia la exploración de la
prefabricación en hormigón, que ensaya en viviendas unifamiliares e intenta
extender a desarrollos residenciales en tapiz, como los proyectados en el Mar
Menor y en Orense. Sin embargo, ninguno de ellos se construye, y a esta
decepción se añaden al término de la década dos fracasos que dejan gran
huella en el arquitecto: el concurso de Bankunión, un edificio de oficinas en
la Castellana madrileña, donde no tiene éxito su refinado prisma miesiano de
vidrio; y la oposición a una cátedra de Proyectos en la Escuela de
Arquitectura, donde sufre un revés que le aleja de la enseñanza para siempre.
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Alejandro de la Sota
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Gobierno Civil de Tarragona
(consta de distintos bloques que albergan un programa de viviendas y un edificio principal)
Gimnasio Maravillas
Facultad de Matemáticas, Sevilla
Miguel Fisac es el otro gran arquitecto español del s.XX del cual va a tratar el trabajo, nace el 29 de septiembre de 1913 en Daimiel. Se graduó en la escuela de arquitectura de Madrid consiguiendo el premio especial de fin de carrera en 1942, en este mismo año hace el proyecto de la Capilla del Espíritu Santo en Madrid, en la que predominan los elementos arquitectonicos españoles de aquellos años.
En 1949 hace un viaje a los paises nordicos, allí se verá influido por la arquitectura de aquellos paises, y por lo tanto a partir de ahí se preocupa por la calidad de los materiales mezclado con la esencia de lo popular y con un planteamiento personal en el que se busca la construcción humanizada y el alejamiento de los criterios formales y esteticistas. Este tipo de arquitectura se verá reflejada en su obra posterior: el Instituto Cajal de Microbiología de 1951.
En 1952 gana la Medalla de Oro de la exposición internacional de Arte Sacro en Viena, a causa de la iglesia de Arcas Reales, en Valladolid, en esta obra Fisac crea un espacio religioso basado en dos muros que convergen hacia el altar.
En 1955 dará una vuelta al mundo pasando por Estados Unidos donde visitara a Richad.J Neutra.
En 1960 hará investigaciones y patentará el hormigón tensado y postensado, al cual le buscará sus cualidades expresivas y estructurales. Esto caracterizará su obra realizada en los siguientes años, el Centro de Investigaciones Geológicas (1960), el Centro de Estudios Hidrográficos de Madrid (1960) y unos años más tarde la Pagoda (1965), esta última fue derribada en 1999 sin motivo alguno, esto causó una gran revuelta por parte de los arquitectos, ya que se consideraba una gran obra. El propio Fisac declaró que la Pagoda no la hubiese echado abajo ni una bomba atómica.
En 1971, tras muchas investigaciones Fisac patenta el encofrado flexible.
A partir de esta fecha, tras varios proyectos, recibe en 1994 la Medalla de Oro de la Arquitectura (CSCAE), el premio Antonio Carmuñas de Arquitecura y por último en el 2003 el Premio Nacional de Arquitectura.
Miguel Fisac muere el 12 de mayo del 2006 en Madrid a causa de una embolia.
Miguel Fisac
Iglesia de Arcas Reales
Centro Hidrográfico de Madrid
La Pagoda
Iglesia de Punta Umbría
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